miércoles, 13 de enero de 2016

Valencia, 38º etapa de la “peregrinación de confianza por toda la tierra” - Jóvenes Catequistas


Del 28 de diciembre al 1 de enero, tuvo lugar en Valencia el Encuentro Europeo de Jóvenes que organiza la comunidad ecuménica de Taizé. Como en años anteriores, desde la parroquia de La Cistérniga, quisimos unirnos a esta cita de Fin de Año que reunió a 30.000 jóvenes de todos los rincones de Europa y de otros lugares del mundo. Nosotros fuimos alojados en un pueblo a unos 30 km. de Valencia llamado La Pobla de Farnals, al más genuino estilo de Taizé. Tuvimos suerte de caer juntos, en la casa de Loles y Vicente, que en todo momento se desvivieron para que estuviéramos a gusto. Nos dicen en la acogida: recibid lo que os den, sonreíd en todo momento, agradeced la acogida de quienes os abren las puertas… La verdad es que lo tuvimos fácil, tanto con la familia que nos acogió, como con las dos chicas ucranianas Nataly y Ana, que se unieron a nosotros. 

El viaje, comenzó siendo ya una aventura. Unos con Felipe A. desde Tordesillas, y otros desde la plaza del Poniente con Anita P., en un sistema que a todos nos sorprendió gratamente: el “blablacar”. Se abaratan los costes, conoces otra gente, vas directamente… en fin, muchas ventajas. Una vez en Valencia, desde el Colegio de las Esclavas, a buscar la parroquia, y allí la duda y la incertidumbre que acabó en esta familia tan estupenda. En la parroquia había jóvenes de Polonia, Ucrania, Croacia, Francia y nosotros como únicos españoles. El trato del párroco Germán y de las familias, fue en todo momento estupendo, haciendo gala de la más exquisita hospitalidad española. Las naranjas y mandarinas recién cogidas del árbol a cualquier hora, las indicaciones, la espera… porque mientras nosotros estábamos en Valencia, de oración en oración y de taller en taller, las familias nos estaban esperando y preparando lo mejor que tenían. En eso consiste la confianza.

La temperatura estupenda, unos 20 grados que nos permitieron hasta bañarnos en la Malvarrosa el día 1 de enero, así para inaugurar el año

Impresionantes las dos carpas montadas en los jardines del Turia para acoger, junto con la catedral, a los 30.000 jóvenes. En todos los lugares, presidía la cruz de Taizé, así como el icono de la Misericordia, escrito según la técnica oriental en el taller francés de San Juan Damasceno, con el relato del Buen Samaritano. Sobrecogedor el silencio y el canto de Taizé, “misericordias Domini”, que este Año Jubilar resonaba con especial fuerza. Nos llegaron especialmente las reflexiones del hno. Alois, prior de la comunidad de Taizé, este año después del viaje que ha hecho la comunidad a Siria, visitando y conviviendo con los masacrados por la guerra en Oriente Medio. “Todas las personas que he conocido en Siria -nos decía el hno. Alois- me han dicho ‘orad por nosotros’. Pasé la Navidad en la ciudad siria de Homs. El grado de destrucción es inimaginable. Una parte de la ciudad está en ruinas. Es una ciudad fantasma. En el centro de Homs, frente a los escombros de la catedral greco-católica, algunos fieles celebraron una fiesta de Navidad para los niños. Pocas veces he vivido una fiesta de navidad en la que el mensaje de paz del Evangelio se sintiera con tanta intensidad”.

El mensaje del hno. Alois, fue sin duda un grito por la paz, la acogida, la hospitalidad para los refugiados, una oración continua por los que sufren, y una petición a los jóvenes de Europa a vivir el espíritu de Taizé en la acogida a los que vienen de otros lugares. Una vez más, el Encuentro se convirtió en una parábola de comunión, posibilitando que jóvenes de lugares remotos y a veces enfrentados, pudieran buscar juntos caminos de reconciliación y de paz. 

Por la mañana, hemos tenido la oración en las parroquias, con una comunidad muy cálida y muy acogedora, muy bien preparada por los hermanos de Taizé, un músicos de gran calidad… y después del trabajo de grupos sobre las propuestas de Taizé, hemos ido a buscar la comida-cena a Valencia, a los Jardines del Turia. Después de la oración de mediodía en la ciudad, a buscar los lugares de los talleres, con sugerencia muy interesantes, especialmente nos gustó la visita guiada al museo de las Fallas y la visita a la Lonja de la Seda y el centro de Valencia. Y después de la oración de la tarde y la horchata de rigor, de nuevo a casa, donde nos esperaba nuestra familia. El ritmo intenso, y las propuestas para el 2016 sugerentes y llenas de fuerza, esta vez, dentro del Año Jubilar, sobre “el coraje de la misericordia”. “Cuando se desencadena una tormenta, la casa construida sobre roca permanece estable. Queremos construir nuestras vidas sobre las palabras de Cristo nuestra roca: alegría, sencillez y misericordia. El hno. Roger las puso en el corazón de la vida de nuestra comunidad de Taizé. Presentamos cinco propuestas para despertar en nosotros el coraje de la misericordia:

1. Confiarnos al Dios que es misericordia.

2. Perdonar una y otra vez.

3. Acercarnos solos o con otros, a una situación de sufrimiento.

4. Ensanchar la misericordia a sus dimensiones sociales.

5. Misericordia para toda la creación”.

Nos despedimos con nostalgia de esta hermosa ciudad, y con el corazón lleno de buenos deseos y de paz, para todo el mundo, después de la oración de fin de año en torno a la paz, la Fiesta de las Naciones en la calle, y la rica paella con las familias, y nosotros aprovechamos un día más para ver Valencia, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, el Mestalla, las compras y el callejeo. Acabamos la peregrinación de confianza con otra etapa que hicimos en nuestra comunidad de Albacete. .

El día 30 de diciembre, en la oración de la tarde, es costumbre que después de la liturgia de la luz, el hno. Alois anuncie dónde será el próximo Encuentro Europeo. Con gran expectación en la Catedral, donde también se encontraba nuestro Arzobispo Don Ricardo, recibimos la noticia de la próxima etapa de la peregrinación a la que pensamos asistir: Riga, en Letonia. La noticia fue recibida con aplausos. Nunca había sido tan al norte, en un lugar tan frío, y nunca había sido tan al sur, en Valencia. El Mediterráneo, nos envía al Báltico, en esta peregrinación de confianza por toda la tierra. Ya estamos preparando la ropa de abrigo, consultando vuelos y conociendo un poco más este lejano país de Letonia, porque esto de Taizé, la verdad que engancha.

Jóvenes de La Cistérniga

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